Crónica de una noche de agasajo ~ V i r t u a l P r e s s R o o m

Crónica de una noche de agasajo

Por: Luis Mario Mtz.

Navidad: época de dar y compartir, de celebrar y disfrutar, de derrochar y excederse ¿Por qué no? Que mejor pretexto para los cristianos-católicos (y los no tanto)que la llegada al mundo de Jesús de Nazaret para reunirse con los queridos, disfrutar del buen comer, de gastar, de regalar, de cantar, de bailar, de beber... "Un año más que seguimos juntos", "Somos una gran familia" "Este brindis va por mi mamá" ¿A poco no? -Las lágrimas a flor de piel-

Después de sendos manifiestos, de un buen trago de sidra y un caluroso abrazo a todos los integrantes de la familia o amigos (según sea el caso), viene el deleite de la comida: qué si el tradicional pavo ó la pierna ó los romeritos, ó que tal el bacalao, la ensalada, el spaghetti, los buñuelos... con hambre nadie se queda.

Acto seguido, ya con el estomago lleno, que les parece si continuamos con los regalos: "a mí me tocó Juanito", "a mí Fulanita", "!Arreglo, arreglo¡" y así hasta completar el ritual; después los niños a jugar con sus nuevos juguetes (no falta al que le regalaron unos calcetines) y los "grandes" a bailar no sin antes abrir la imprescindible botella.

Así es la Navidad, o al menos así me lo reiteran mi experiencia y amigos. El sentido profundo depende de cada familia: los hay quiénes celebran en el 25 de diciembre el nacimiento de jesucristo, los hay quienes celebran la llegada de Santa Clause.

Todo se vale; se trata de disfrutar, de valorar, de querer, de compartir, (perdonen la cursilería) de percatarse de que el tiempo pasa y los años no vuelven; a pesar del rigor del programa navideño este veinticinco no será igual a ningun otro y que mejor que pasarlo en compañia de la gente que estimas, del deleite y de la incomparable alegria que ni siquiera el Grinch puede robarse, la alegria de sentirte integrado, querido, satisfecho y hasta borracho, la alegria de una clásica y tradicional nochebuena mexicana. !Salud¡