HABEMUS NARRO NUEVO RECTOR, NUEVOS RETOS ~ V i r t u a l P r e s s R o o m

HABEMUS NARRO NUEVO RECTOR, NUEVOS RETOS

Por: Gibrán Ramírez Reyes

Por fin hubo humo blanco. Después del ‘conclave’ maratónico (ocho horas ) de la Junta de Gobierno (JG) de la UNAM se hizo la gran proclama y los pronósticos resultaron acertados; a pesar de que el anuncio de la designación del que será el nuevo Rector se dio con celeridad, esto era advertido ya por varios medios de comunicación. Él elegido ha sido José Narro, personaje cercano a Juan Ramón de la Fuente, director de la Facultad de Medicina en C.U. y personaje central en las negociaciones de la Huelga del 99; aquí una opinión de las circunstancias en que llega y del futuro previsible al que se enfrentará.

Condiciones de entrada
  • Primero. José Narro llega en un momento crucial para la Universidad. Lo que se evidenció -principalmente- en el proceso de elección es la falta de democracia universitaria y la comunidad se ha pronunciado al respecto, el proceso en que se eligió a Narro fue más transparente y abierto, asimismo, hubo más contacto con la comunidad como bien lo ha dicho la propia la JG; la ultra se fortaleció con la candidatura de Luis Javier Garrido, y aunque tienen por bandera la democratización de la Universidad, no son, ni mucho menos, el único sector que la reclama.

  • Segundo. La Universidad tuvo, en las últimas fechas un descenso en el ranking mundial de universidades de The times, causado aparentemente por el cambio metodológico de la evaluación hecho con la intención de favorecer a las instituciones educativas de los Estados Unidos y de la Gran Bretaña. Éste constituirá un reto inmediato para el nuevo rector, pues uno de los grandes logros de De la Fuente ha sido recuperar la estima pública de la Universidad.
  • Tercero. Se especuló durante todo el proceso de auscultación, acerca de la preferencia de Felipe Calderón por alguno de los candidatos a Rector, estas especulaciones fueron alentadas por el encuentro entre el jefe de la oficina de presidencia –Juan Camilo Mouriño- con candidatos como Narro y De la Peña. Este segundo era considerado por la opinión pública el favorito de Los Pinos; Narro tendrá que mostrar autonomía.
  • Cuarto. Una de las principales razones que la ultra objetó a la llegada de José Narro a la rectoría, fue su cercanía con De la Fuente, pues esto contribuye, según su modo de ver, a formar grupos de poder e intereses particulares al interior de la Universidad. La continuidad de un proyecto (por más mala que sea la falta de alternancia) bueno, no puede ser mala, por eso para muchos otros, la intención de seguir la línea de De la Fuente, es más una garantía que un riesgo.
  • Quinto. Los conatos de guerra sucia significaron para muchos el inicio de la polarización de la contienda, sin embargo, más allá de los libros que desprestigiaban al Doctor Narro, no hubo ningún otro indicio de competencia desleal y la unanimidad con la que se designó a Narro es sin duda un mensaje de unidad para el Estado y la sociedad mexicana.

Retos
Los retos de José Narro, no son mucho para su capacidad según se ha visto desde los puestos que ha desarrollado a lo largo de su carrera. Ha logrado ser rector después de casi dos décadas de su primera candidatura (más de la duración de mi vida), y ha acumulado suficiente experiencia en los distintos cargos universitarios que ha tenido, fue un militante del PRI pero se puede decir de él que es de los priístas decentes, sin exentarlo esto de capacidad negociadora.
Los temas que se presentan más apremiantes para el nuevo rector son, como el lo ha dicho, la calidad académica y, la autonomía y apertura de la Universidad.
Sin embargo la calidad académica depende de tantos factores como grupos internos hay en la UNAM.
La calidad académica, en general, está regulada por un sistema que funciona más o menos bien; en él los problemas son, en realidad, particulares. La generalidad de las situaciones, al menos en el papel, es casi perfecta.
  • Primero. La universidad pública y gratuita. La autonomía de la UNAM parece hacerla inmune a los caprichos del poder, tenemos un presidente débil que no logró meter las manos en el proceso interno, el presupuesto para educación se ha aumentado y la presión social de mantener a la UNAM en el lugar que está, es abrumadora e impediría cualquier cambio sustancial de corte neoliberal.
  • Segundo. El sindicato. El STUNAM, como factor de poder real, es cada vez más importante; aliado al sector ultra constituye un riesgo latente de huelga. Esto no es porque en la UNAM no se satisfagan las necesidades laborales más apremiantes, puesto que el STUNAM es de los sindicatos consentidos del país, de los que imponen días de asueto y exigen prebendas que en otros sitios parecerían absurdas. En algunos Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH´S) existen los prefectos que expenden droga, en algunpos planteles de preparatoria ni siquiera se sabe de la existencia de prefectos, acaso por su ausencia permanente, por ejemplo.
  • Tercero. El bachillerato de la UNAM tiene dos sistemas, el del CCH parece estar adecuado a los tiempos presentes, sea esto por su más reciente fundación, en cambio, en la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), el paradigma positivista, ha ocasionado que la formación que ahí se da, sea más dogmática que de interacción y son ya varias las voces que cuestionan la vigencia del sistema preparatoriano.
  • Cuarto. La universidad fuera de CU. Algunos universitarios, por ignorancia y desconocimiento de las Facultades de Estudios Superiores (FES), los CCH´s y los planteles de la ENP piensan que resulta exagerado de hablar de práctica cotidiana de abuso y corrupción en la UNAM; nada más falso, debe dejar de privilegiarse el proteccionismo de las autoridades a los profesores, del sindicato a los trabajadores y de algunas otras instancias al porrismo, especialmente fuera de Ciudad Universitaria.
  • Quinto. La democracia (La promesa de congreso universitario).José Narro llega más presionado que ningún Rector a cumplir con la promesa hecha en principio por De la Fuente y retomada luego por él: el congreso universitario.

A pesar de que el régimen de una entidad académica (lejos de su carácter de órgano descentralizado del gobierno pues es autónomo) no debe tender a una democracia, en sentido estricto, sino a una meritocracia –según dicen algunos- , es necesario aumentar la participación de la comunidad universitaria en la resolución de los problemas de todos, ésto basándonos no en un criterio de necedad ideológica sino en el espíritu constitucional que establece la democracia no cómo método electoral sino como la modalidad de la vida pública en sus más diversos aspectos.
La universidad ha escogido la representatividad como solución a la demanda de democracia, pero en los hechos, en muchas facultades los consejeros universitarios “estudiantiles” son representantes más de sus propios directores que de los estudiantes.
Narro ha dicho –en entrevista radiofónica- que la solución se dará en un congreso plural, que se construirá poco a poco. Nuevo rector acompañado de nuevas expectativas. Los que quieran a una Universidad débil y dividida no tendrán el gusto, no juzgaremos sin ver actuar.
-Virtual Press Room-