Privatización VS Inteligencia ~ V i r t u a l P r e s s R o o m

Privatización VS Inteligencia

"Quien quiera hacer el mal de la manera correcta debe ser primero humilde ante su ignorancia."
Nietzsche

En los pasillos de las transnacionales petroleras como EXXON debe de sentirse un ambiente peculiar mientras mas tratan el caso "PEMEX", digo, hasta al mejor cazador se le va la liebre.

Quizá la flamante derecha mexicana debería de recordar que ya han pasado muchísimos años desde la época de oro de las privatizaciones. La oportunidad se les fue por casi una década en donde la actitud hacia las privatizaciones no era otra que la que se tenía ante el progreso: ingenuidad.

En aquel tiempo en el que el único partido tenía a todo el Congreso y por ende a la Constitución a sus pies era el momento preciso señores. No ahora. Las experiencias vividas en el salinato y en los posteriores gobiernos han dejado en amplios sectores de la población una imagen negativa sobre las "aperturas" o las "alianzas estratégicas" con el sector privado. Se entiende que en las privatizaciones existen conflictos de intereses con grupos específicos o graves casos de corrupción.

El rescate bancario y carretero han recordado que el "empresario privado" sigue siendo el mismo voraz individualista que tiene en poca estima el bienestar social mientras sus ganancias continúen. Esa imagen (justa o injusta) ha venido ganando terreno en estos años. Basta con leer un poco más allá de lo normal para entender que quienes se verán involucrados en una posible "alianza estratégica" serían los mismos grupos económicos que recibieron activos públicos en la época de oro de las privatizaciones. Esto es como pedirle al mundo que confíe de nuevo en Bush en su búsqueda de armas de destrucción masiva ahora en Irán, es sencillamente una insensatez.

La percepción que también ha ganado presencia es la de la escasez del "oro negro" lo cual ha aumentado la tensión en el rubro de la tasa de explotación y del control directo de las reservas aumentando de ésta manera que aún una "apertura limitada" en las leyes secundarias (que aun habría que ver que los "patrones" de wall street estuviesen de acuerdo en algo tan "limitado") representaría un golpe político de magnitudes estructurales.

El gobierno esgrime una y otra vez el hecho de que PEMEX esta debilitado. A pesar de que este (irracional y contra todo sentido especialista) debilitamiento causado a la paraestatal cuenta con un superávit al cierre de las operaciones de 70 mil millones de dólares, lo cual es enorme y que pocas empresas en el mundo igualan, incluso las petroleras. Si a esto le agregamos el factor de que los precios del barril de crudo están en 80 dólares no hay otro resultado que la debilidad de este argumento oficial.

Y eso no basta. Son 21 mil millones de dólares lo que se ha gastado en importación de gasolina, lo cual para muchos especialistas alcanza sin mayores problemas para la construcción de siete refinerías. La negación del gobierno de la falta de fondos de PEMEX es una mentira mal dicha y ante todo torpe. Después de conocer esto ¿quien creería aún que la esperanza de la energía en México son los privados?

El lado contrario es desde luego mucho más importante. Las críticas deben ir acompañadas de propuestas. La situación del sector energético es muy difícil. Los defensores de la "apertura" esgrimen una y otra vez el argumento contra el que la izquierda cae una y otra vez: la falta de propuestas.

En este caso, eso también falla a nuestros amigos en el poder: Inversión (principalmente), no fijar los precios de la energía conforme a estándares de los Estados Unidos ya que en eso se pierde la capacidad competitiva propia de nuestra economía, entender a la energía no como una mercancía más, sino como una propiedad que debe de resistirle a las variaciones de la oferta, es decir, que quien tenga energía no sea quien pueda pagarla sino que sea un bien a priori para la competitividad y el proceso económico.

La época dorada de las privatizaciones ha pasado, el futuro fracaso de la "apertura" de PEMEX lo demuestra. Sin embargo la debilidad de la izquierda mexicana es su acción reactiva y estéril. Olvidar eso es pecar de vanidad. Cambiar eso es pensar con frialdad realista.
César Vargas. Ciencia Política. UNAM
Este es un artículo que puedes encontrar en el ejemplar de Marzo de Fin de Partida en SAPIENSA