Camino por las calles y miro a mi alrededor, observo a todas las personas que pasan indiferentes unas de otras, ensimismadas en sus problemas, convertidas en autómatas de su propia rutina. Todas las mañanas que abordo el transporte público, observo a mi alrededor y encuentro rostros, miles de rostros, miradas perdidas en los vidrios de los vagones del metro, divagando, me surge la pregunta ¿en qué estarán pensando?, y después me pregunto ¿en qué estoy pensando yo?.Mi historia comienza aquí en los vagones de el metro, aquí fue donde me encontré con mi amigo el revolucionario, y aquí fue donde decidí escribir esta historia.
Antes de comenzar me gustaría presentarme; mi nombre es YO, vivo en un barrio como todos, con gente, con niños, con mujeres. En mi barrio la gente trabaja en las calles y de noche, los niños no juegan en el parque, juegan en callejones, las mujeres no lavan ropa ni cuidan niños, salen de noche y pasean por las calles, siempre portan algo en la mano derecha que con frecuencia se lo acercan al rostro. Así es el barrio donde crecí y donde he habitado toda mi vida, así ,como todos los barrios en esta ciudad.
Nunca he sido muy introvertido, mas bien todo lo contrario, si he de aceptar algo es que nunca he podido quedarme callado, desde muy pequeño ya era rezongón, y siempre cuestionaba la autoridad de mi madre, que me dio el mejor ejemplo, y siempre estuvo ahi para apoyarme. Sin embargo mi espíritu subversivo siempre ha estado latente en mi, tal vez eso el lo que me ha impulsado ha escribir estas líneas.
Ese día aborde el metro como todas las noches después de la escuela, aproximadamente eran las 10:15 pm, y me encontraba platicando con algunas compañeras de la universidad. Siempre me ha gustado estar acompañado de personas, y poder con ellas intercambiar ideas y formas de pensar, aunque también disfruto de mi soledad, me gusta estar solo en mi habitación escribiendo versos o tocando mi vieja guitarra, que siempre empolvada, se encuentra esperándome en aquel clavo viejo donde la colgué la noche anterior, como amante incondicional.
La universidad esta pasando por un cambio de gobierno que ha causado inconformidad en los estudiantes, y que al día de hoy, se presenta como un posible conflicto de grandes proporciones entre autoridades universitarias y el alumnado. Íbamos discutiendo el tema cundo una de ellas me pregunto
Oye ¿y ya empezaste a leer el libro de sociedad?
Cual libro? - pregunte -
¡El de Cabezas!
¡ay… no! todavía no lo compro
Esta muy chido -destacó ella -
Cuanto te costo?, En donde lo compraste?
- abrió su mochila y saco el libro - ¡toma!
Ya lo acabaste? - le pregunté -
Solo léelo y me dices después
Cual libro? - pregunte -
¡El de Cabezas!
¡ay… no! todavía no lo compro
Esta muy chido -destacó ella -
Cuanto te costo?, En donde lo compraste?
- abrió su mochila y saco el libro - ¡toma!
Ya lo acabaste? - le pregunté -
Solo léelo y me dices después
En ese momento supe que ese libro seria diferente a todos los demás. En la escuela acostumbran dejar un chingo de lecturas que muchas veces no te da tiempo ni de abrirlas, y en esa materia en particular tenemos un profesor muy bueno pero también muy especial. Te hace ver como un péndejo, y eso me gusta porque por lo menos a mí me pica el amor propio y hace que le demuestre lo contrario.
Ahi fue donde me encontré con mi amigo el revolucionario. Me senté y comencé a leerlo, cada pagina, cada frase, cada línea me permitieron ver a ese amigo revolucionario que vivia en mi, me permitieron descubrir que toda mi vida había buscado eso, que esas vivencias del libro, son las vivencias que yo quiero vivir. Son las historias que yo quiero contar.
Llegue a mi casa y lo guarde, cene con mi familia y me senté a ver el televisor, no podía dejar de pensar en el libro. de pronto como al las 1 am me salí de mí casa con el libro en la mano, subí a mi azotea y me senté en el tinaco vació de un vecino, hay continué la lectura. No podía desprenderme de el, a pesar del frío de la madrugada, yo sentí el calor del pueblo de León , ese calor insoportable. Después de un par de horas baje y me dormí.
Después continué la lectura solo en el metro, solo hay lo leía. Me gustaba transportarme a la sierra desde el vagón, cortar la milpa de maíz, hundirme en el lodo dentro del metro. Ahi fue donde conocí a mí yo revolucionario, hay fue donde me di cuenta que mi espíritu combativo, activita y subversivo no era ajeno a otras personas, y que yo quería seguir los mismos pasos que OMAR CABEZAS.
El libro lo termine de leer hay mismo, y al cerrar la contraportada tras haber leído la ultima pagina, levante la mirada y por primera vez, mire mi reflejo en los vidrios del vagón. No se si mi razón me abandona y mi pasión me gobierna; lo que si se es que soy joven y como tal soy revolucionario, porque no ocupo las armas sino las palabras, no voy a la guerra, sino la evito, revoluciono mi ser y evoluciono en algo mejor, y sobre todo revoluciono a la sociedad, que soy yo con todos, y que ella es toda conmigo, esa es mi esencia, ese mi espíritu.
Hoy voy en el transporte colectivo y sigo viendo miradas perdidas e indiferencia en mi mundo, pero se que con un poco de empeño, activismo y subversión, la revolución estallara. Hoy es 20 de noviembre, día de la Revolución Mexicana, y mi amigo “el revolucionario” va conmigo a la universidad, y a todas partes a donde yo vaya ,el ira conmigo….
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE ……….
Lo importante en esta vida no es hacer lo que quieras, sino querer lo que haces
Lo importante en esta vida no es hacer lo que quieras, sino querer lo que haces
Israel López Martínez
-Virtual Press Room-
Tutorial komen in English dan Tutorial komen in Indonesia